sábado, 17 de noviembre de 2018

Biografía ficticia

Desconozco cuando fui creada junto al resto de millones de copias que se generaron en todo el mundo, pues, como sabéis, los objetos ya no entendemos de singularidad. Lejos quedó el amor y el detalle de quien construye con sus manos un ejemplar único. Sin embargo, lo que sí puedo garantizaros es que comencé a sentirme viva en el instante en el que los ojos de una joven me miraron con el brillo de cien estrellas polares la mañana de Reyes del 2007: “¡la nueva Canon 850 X!, ¡Gracias, gracias, gracias!”. Entonces, queridos míos, era la nueva, hoy no soy más que el modelo desfasado al que le siguieron la Y, la Z y todas las combinaciones de números y letras que os podáis imaginar y que me recuerdan el vertiginoso ritmo con el que avanza la vida de nosotras, las tecnologías. 
Todo lo dicho no son más que leves pinceladas de quien tiene el poder de capturar cada instante en un solo click, de quien posee la capacidad de convertir los recuerdos en imagen viva de lo que un día fuisteis, incluso cuando ya no estáis. Soy, en definitiva, la que lucha contra el olvido, el mayor miedo que os asola a los humanos, así que creo que merezco que mi historia también sea recordada (pincha aquí). 

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